Quiero preguntar, quiero preguntaaaaaarrrr


¿Qué le preguntarían a una tarotista? Hay muchas cosas: el amor., el dinero, el futuro, los hijos. Pero hoy necesité hacerle mejores preguntas, en realidad le hice una sola y me respondió con una precisión destacable.

Como siempre necesito perderme y olvidarme de las cosas para mantener la personalidad llegaba a casa y tuve un chispazo de lucidez: “pero si no tenía que venir a casa aun”. Así que me metí corriendo al Metro, que por la hora ya era para llamarlo centímetro, y corriendo llegué al centro.


La Plaza de Armas es cada vez más como un gran mercado persa. Allí estaba el grupo de visualizadores de cartas. Había unos seis, al menos, separados en tres grupitos. Me acerqué a una, la que tenía más cara de responder todo.

Tomé la sillita y me senté. Con experiencia de jugador compulsivo desparramó un poco las cartas en la mesita y me miró.


- ¿Cómo te llamas?

- arol

- ¿Cómo?
- arol, nada más que arol
-
Ya arol ¿quieres preguntar algo?

- Me encantaría. Lo único que hago bien es preguntar.
- Saca tres cartas

Saqué las cartas, se las pasé, la miré a los ojos y…

- ¿Ahora puedo preguntar? ¿puedo ya?

- Si deseas puedes preguntar o puedes dejar que las cartas te hablen

- Quiero preguntar

- Ya ¿cuál es tu pregunta?

- ¿Dónde queda la calle Agustinas?

- Tienes que bajar dos cuadras por acá

- Gracias

Dejé unas monedas, me fui confiado en que la respuesta era la precisa y que merecía un puesto en mapcity y no en una mesita en la Plaza de Armas.

Hice dos cuadras y me di cuenta que las cartas no mintieron.

Recomiendo a cualquiera esa tarotista.

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