Me fui a otro lado



Estoy ACA

;) chan chan

Me voy a mudar

Como ninguno de ustedes sabe ya me mudé de cuenta Twitter por algunos problemas (Arol a veces olvida las contraseñas y no hay forma de recuperarla) y no tuve mejor idea (en realidad fue la única que tuve) que mudarme a otro servicio de blog gratuitos ya que el Señor Google tiene una cosa tan mala como Blogger porqué no le vamos a dar una vueltita al Señor Wordpress y es así como, en breve, muy en breve tendremos una nueva dirección.
Así que ya les informaré de cómo viene la cosa y, a ver si así, me dedico a actualizar más de seguido este blog que lo ando trayendo cada vez menos interesante.

No intenten esto en casa

Al comienzo hay unos golpes que te mueres y no quieres seguir viendo, pero con lo morbosos que sois todos vosotros estoy seguro que llegais al final de este vídeo:

El día que arol fue estrella barrial


Corría el año milnovencientos y algo y arol era un niñete pequeñito que jugaba en su casa y tenía amigos en el barrio con quienes se reunía en interesantes tertulias donde se intentaba trascender con destrezas tales como “quién corre más rápido”, “quién salta más alto” o “quién es mejor con la pelota”.
No me interesa mucho explicarles, pero la actividad física jamás fue un bien preciado en el físico aroliano por lo cual todas las destrezas antes citadas estaban bien alejadas de poder cumplirse, pero siempre hay alguien a quien se le ocurre una prueba que puede estar al alcance de los niños poco ágiles.
Creo que tenía unos cuatro o cinco años cuando a un amigo del barrio se le ocurrió la prueba de “quién mea-orina-pipicea más lejos”. Por muy compleja que parezca, la técnica era simple. En primer lugar no es posible que en ella compitan las mujeres pues consistía en ponerse de pie en algún lugar reservado como, por ejemplo, el medio de la calle, sacar la cosa es que todo hombre lleva entre las piernas y apuntar hacia el infinito tratando de dejar una marca húmeda que otro tendrá que superar.
A los cinco años me pareció una idea estupenda. No tenía que correr ni hacer grandes esfuerzos, sino pensar en una técnica. Y se me ocurrió, pero hasta tanto no tuviera todo controlado no lo haría en público pues la reputación estaba en juego.
Así fue que pensé la estrategia: beber mucho agua, aguantar todo lo que se pueda y cuando ya está a punto de explotar, correr al medio de la calle y zákate, el chorro a diestra y siniestra.
Pues bien. Lo hice. Bebí mucha agua, aguanté lo más que pude las ganas, y antes pensé en el ataque sorpresa. Me escondí detrás de un arbusto tratando de que el chorro dibuje un semicírculo en el aire y aparezca del otro lado de la planta que me suparaba a mi en estatura. Llegué al lugar, saqué a mi amiga entre las piernas, apunté hacia arriba mientras la miraba con atención y fue tal la fuerza que no conseguí controlar y el chorro terminó adentro de mi boca.
Conclusión: Fui la estrella del lugar pues nadie había visto (y creo que no lo volvieron a ver) alguien que sea capaz de acertar su propio pipi en la boca. Sin dudas, un genio sin igual.

16


Hace un mes la vi salir por esa puerta. Ambos sabíamos que no volvería ella a entrar por allí, pero certeza teníamos que nos fundiríamos en un abrazo en breve.
Los dedos se entrelazaron y sintieron la humedad de la tristeza flotar en el aire; humedad que no pudo ser calmada siquiera con la esperanza del reencuentro cercano y el compromiso de amor eterno.
Un mes ha transcurrido y, debo confesarlo, la distancia no es una compañera en la cual podamos cobijarnos pues es un frío abrigo que nos congela, mas la lucha diaria y el cariño presente hace que a cada paso seamos vencedores.
Duerme ella mientras yo escribo estas líneas y la pienso en la cama, sin mí aun. Duermo yo mientras ella se levanta sin mi beso en la frente. Pero reposamos los dos en un instante del día en el hombro de nuestro otro ser.
No es fácil. Ambos lo sabemos. Ambos lo sabíamos. No será fácil, y eso también lo sabemos. Pero en nuestro conocimiento también habita la convicción de que somos lo mejor que nos pudo pasar, que las lágrimas valen la pena, que la lucha diaria tienen una recompensa inconmensurable, que el océano estrecho será en poco tiempo más y que, por sobre todo, nos amamos y no hay tiempo ni distancia capaz de agotar tal energía.

Preguntonta

¿Los huevos sorpresas kinder los fabrica Ikea?

¿Así que todo era para vender Tamiflú?

Ya ni me acuerdo cómo empezó, pero el tema es que al principio le decíamos “Gripe Porcina” y de seguro que fue un cerdo que se sintió afectado y quiso que le cambiemos a algo más fácil de pronunciar “A H1N1” ¿Pero qué demonios que ni las naves de Aliens tenían nombres tan raros. Seguro que más de uno fue a su carnicería amiga y pidió un kilo de A H1N1.

Y a ello le sumamos que nos pasó varias cosas:

Veíamos a alguien en la calle con acento mexicano y ya nos llevábamos el pañuelo a la cara. Los cantores de serenata que vivían junto a mi casa quebraron por la crisis estornudística.

Y que a nadie en la sala se le ocurra toser porque madre santa que te miraban como si tuvieras olor a pata.

Llegó un momento en que tener la Gripe A (sí, venga, le diremos “A” para escribir menos) era casi un tema de estatus. “¿Cómo que no tuviste la Gripe A aun? Es que tu no estás actualizado. Yo la tuve tres veces y con unos mocos que te cagas ¿Quieres un beso?”

Pero lo peor de todo, seguramente, fue la recomendación de no darse besos ¡¡¡ Pero a quién se le ocurre eso!!!!!! Imagínate que los viejos que gobiernan no se preocupan, pero aquel chavalín que está apenas saliendo, que tiene la cara llena de granos y espera con desesperación ligar y de repente se le aparece una tía guapetona, le guiña el ojo y él que piensa “no puedo, por la gripe” ¿Qué hace? Va directo al grano diciéndole “bueno, vale, pero de besitos nada eh”.

Así que ahora, señoras y señores, lo único que deseo, es que a los creadores del Tamiflú les dé la gripe esa y su pastillita no les funcione.




DotCom


Yo no voy a andar contando qué me pareció la peli ni profundizando tanto, eso se lo dejo a Miri porque bien lo hace ella y, obvio, recomienda mejores cosas que yo.
Bueeeeno, está bien, pero lo haré en pocas palabras: Un muchacho ingeniero tiene que construir un camino en un pueblito de Portugal llamado Aguas Altas y ya que estaba creó un sitio aguasaltas.com (que existe y fue creado para la peli) pero hay una empresa española de agua de esas de botellitas que también quiere el sitio y se inicia una disputa, primero judicial y luego social política e internacional.
El tema es que vemos abuelitos y señores de pueblo peleando por una cosa que se llama Internet y que nadie sabe bien de qué va.
La peli es tranquila, entretenida y, sobre todo, divertida. Así que es interesante para pasar una tarde de finde viéndola.
Y como no podía ser de otra forma, aquí os dejo el enlace para que la descarguen y luego la devuelvan a su dueño así no nos acusan de piratas.
DESCARGAME, SOY LA PELI

Mocosos


Acabo de ver algo en la calle que me hace reflexionar… oh!!! Arol haciendo deportes. No esas son “flexiones” no “reflexiones”. Pero el tema que nos trae hoy a este lugar es algo asqueroso, así que si hay niños o sensibles cerca, por favor, salgan de ahí que lo que se aproxima es fuerte.
Un señor detiene su coche en el semáforo en rojo. Hasta ahí todo normal, pero el tema es que cree que los vidrios son oscuros porque con descaro se mete el dedo en la nariz y con tantas ganas que pensé que se le había perdido algo.
Pero meterse el dedo en la nariz no es un problema, es hasta natural para algunos. Bueno... que sí, que es un problema, pero lo que viene después entonces es una catástrofe. Después de escarbar los tesoros perdidos el señor saca su dedo y lo mira con atención, como si quiere reconocer una parte suya y vuelve a poner las manos en el volante como si nada ocurriera y arranca. No quise ni pensar dónde dejó eso. No quise ni pensar, pero pensé.
Y pensé y recordé que hay varios tipos de mocosos. Porque en esta vida, señoras y señores se ha visto de todo y al que no conozca a uno de estos no se lo creo.
Hay un tipo de mocoso que podríamos llamar “El Cariñoso” porque después de quitarse aquella cerdada siente pena y lo guarda. Generalmente utiliza una silla o una mesa.
Seguido a ese tenemos “El juguetón” y este sí que es un puerco porque se lo saca (siempre un poco durito) y lo tiene entre los dedos, un poco por indecisión de dónde depositarlo y un poco por diversión. Hace bolitas, lo mueve de aquí para allá y siempre, siempre remata de la misma forma: Lo ubica en la punta del dedo mayor y tras presionarlo sobre el dedote zas!!! Lo hace surcar los aires para ver dónde cae.
Hay muchos tipos, pero el que más me sorprende es “El Mago” y este personaje es peligroso pues tras la tradicional escarbada nadie sabe cómo lo hace pero consigue que su pertenencia desaparezca de la faz de la Tierra. Atención, se debe tener la menor expresión de amistad con este ser pues nos dará la mano, nos tocará y nos hará parte de su magia.
Así que, mejor, usen pañuelos y... por favor, no inventen puerquesas con los pañuelos tampoco.

Miri


Otras eran las palabras de este escrito. Otras son las palabras que aun veo escritas al pie de esta hoja en blanco y que prontas están a desaparecer. Escribo y vuelvo a escribir porque no sé cómo escribir que estoy enamorado.
No sé cómo se escribe que no puedo escribir. No sé, yo, cuáles son las palabras que deben utilizarse para expresar aquello para lo cual eres carente de lenguaje. Naufrago en un diccionario que no contempla aun sentimientos como los que poseo y en los cuales navego feliz cada día.
Podría agregar mil palabras; aunque es mentira. La misma persona que me impulsa a escribir esto es la misma persona que me deja mudo a la hora de hablar de mis emociones.
¿Qué estoy enamorado?
A mucha honra. No todos los días el mundo te da la posibilidad de conocer a la mujer de tu vida. No todos los días el universo puede apreciar que entre seis mil millones de personas, dos se encontraron para saber que se pertenecían.
No soy, lo sé, ni humorista ni poético hoy. No soy, lo sé, una fuente de inspiración para quien quiere desandar caminos literarios. Hoy no. Hoy, espero, me permitan ser torpe; hoy, espero, me permitan desahogarme, gritar y emocionarme. Espero, con voluntad, que me permitan llorar de emoción y que si no hay ni humor ni poesía en mis letras sepan disculpar pues a estas horas no hago más que estar orgulloso de lo que siento.
No sanaré la salud de los chismosos contando cómo o cuándo. No saciaré la curiosidad de aquellos que piden detalles. No hace falta pues mi sonrisa acompañada de la ráfaga húmeda habla por mí
No supe cómo comenzar estas líneas. Tampoco sé cómo terminarlas. Tal vez el comienzo nace del impulso de la felicidad y el final flota en la esperanza del futuro interminable cargado de las palpitaciones que mueven cada fibra de mi ser.


Todo este post es para decirte que te amo con el alma Mimí